La música de los y las bebés. Es decir, TODA.
Alguien me decía una vez que los y las bebés no pueden entender música compleja como el jazz o el blues. O la música clásica. Algo con lo que nosotras no estamos de acuerdo.
Me pregunto cuántas personas adultas pueden “entender” esa música.
Las conexiones cerebrales de la gente pequeña son mucho más receptivas a las relaciones complejas que las adultas, como las que genera el jazz a través de la improvisación por ejemplo, o cualquier pieza de música clásica.
¡¡¡ Sin miedo, que los y las peques pueden oírlo todo!!!
Al igual que la mayor parte del aprendizaje en la primera infancia, es vicario, es decir se aprende por modelaje o imitación y también la música se aprende de ésta manera. Y qué tipo de música escuchar, también.
Os invitamos a que les pongáis a vuestros y vuestras bebes la música que a vosotros os guste, sin que sea “infantil” exclusivamente.
Todas y todos somos pioneras. Es decir, que hacemos cosas que no se esperaba de nosotras, de nuestro modelo de crianza recibido…
Y las mujeres, sobre todo; rompemos esquemas prediseñados y algunas, como Bessi Smith, descrita como la “emperatriz del blues”, nos trajeron ese lánguido cantar del campo a la zona rural en lo que se convirtió el blues originalmente, un conjunto de “preguntas- respuestas” con el que la población esclava cantaba esa especie de tristeza tan diferente y enigmática.
Su voz especial de contralto, que no usaba micrófono, y un sentido del humor profundo. Sus letras fueron testigo de una vida donde abandonó a un marido maltratador, vivió con Ma Rainey, la mujer que la descubrió cantando en la calle y tuvo su propio vagón de tren.
Sí, ¡¡¡tuvo su propio vagón de tren!!! Para evitar los conflictos que suponían en esa época el que una cantante negra cantara para las personas blancas. Fue la mejor pagada en algún momento y también vivió la extrema pobreza. Fue extremadamente generosa también y Janis